Tiquismiquis Gastrobar & Sushi_
¡Renovarse o morir! Eso dice el dicho y así nace FUSIÓN.Un nombre muy acertado por la frescura de la cocina Nikkei (mezcla de cocina japonesa y peruana) y la innovación del Chef Sebastián López.Una carta tan divertida como colorida y que nos trae a Murcia sorprendentes sabores y productos del otro lado del charco.
Lo primero que tomé fueron unos crujientes de queso andino, dulce de guayaba y alioli de rocoto,que es un tipo de chile. Nada más probarlo, me vino a la mente la típica combinación de queso fresco con membrillo pero mucho más dulce y con un punto picante al mojarlo en el rocoto que me encantó.Simple pero sabroso.
El siguiente entrante fue una exquisita mezcla de pulpo con quinoa blanca y puré de aceituna botija.La base de quinoa se prepara como un risotto,el pulpo era meterlo en la boca y deshacerse y el puré de aceitunas muy potente,lo que más me sorprendió. La presentación ya prometía pero el sabor impresionante,una apuesta segura.
Siguiendo la racha de descubrimientos, una arepa de maíz blanco con ternera a baja temperatura, guacamole, queso fresco y sofrito,¡una auténtica pasada! Te transporta a latinoamérica en un batir de mandíbulas,con esa combinación dulces y salado. La arepa explotaba en la boca y la ternera parecía mantequilla, es recordarlo y empezar a salivar…uf...ahora vuelvo.
Como principal,unas costillas de cerdo ibérico al tamarindo, tierra de chontaduro y praliné de patata morada ahumada.Parece que hay que venir con el diccionario,pero es normal, son productos novedosos puesto que es el único con este tipo de cocina en la capital.Las costillas súper jugosas, se desprendían del hueso solo con mirarlas, el toque a tamarindo le da la esencia al plato y lo remata esa mezcla de puré de patatas moradas y el crujiente de la tierra de chontaduro, que es una mezcla de caqui y coco de agua que le va de diez a todo el plato.
Y como no podía faltar,el sushi y el ceviche,ambos estandartes de sus respectivas cocinas.El local tiene una barra con show cooking para estos menesteres.Elegí ceviche de corvina, langostino y pulpo con leche de tigre,esa salsa me encantó, el picor que da, junto con el pescado es delicioso y muy difícil de igualar.Además iba servido con cebolla roja y maíz mutante,en la vida había visto unos granos tan grandes.Otra de las opciones de sushi son los uramakis flambeados y braseados y esto sí que es espectáculo pues el primero te lo sirven con llamas en el plato y el segundo ves cómo lo brasean delante de ti con ramas de carbón calientes, que aparte lo aromatizan.Muy bueno. Y como vuelta de tuerca el uramaki en causa : un plato tradicional peruano con su puré de patata, ají amarillo, aguacate, huevo y tomate donde le dan ese toque japonés con un tartar de atún,sorprendente y picantorro.
De postre un tiramisú de lúcuma, donde no se pierde la esencia del tiramisú tradicional pero se nota ese toque de frutas sudamericanas que tan ricas están.¡Buenísimo!
En resumen,mi estómago se fue contento con tantos sabores nuevos y cosas aprendidas,el personal fue muy majo y dio tooodas las explicaciones necesarias.Te deja con ganas de más.No dudéis en acercaros y disfrutar,como siempre digo: ¡Buen provecho!